La historia nos relata en las Crónicas de Bibar, que Don Rodrigo de Araya plantó las primeras vides en el año 1551 por mandato de Don Pedro Valdivia, en el privilegiado Valle del Itata y que el primer buen vino fue producido en 1556. Es así que, con el aporte del fruto de estas centenarias vides, surge el vino Altos del Itata, el cual se destaca por su intenso color rubí, aroma que evoca frutos rojos, ciruelas con notas de pimienta blanca.
Ideal para acompañar carnes blancas, carnes rojas, pastas y quesos maduros.
Producido y envasado por Viña Altos del Itata Ltda.
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